Entre
los dimes y diretes, entre que si lo que vale es el aparato o el
movimiento, jugar en las instituciones o sacar las masas a la calle,
la transversalidad o radicalidad, la guapura de unos y de otras, por
muy galopantes que estén los odios y las soberbias, a los ojos de
este profano lo único sustancioso que se dirime entre las castas
podemitas es cómo hacerse con el poder, o sea el Estado. Si de la
mano del PSOE o si pulverizándolo previamente. Vamos, entre el
modelo chileno allendista o el modelo chavista, con las adaptaciones
y los matices precisos por unos y otros.
Pero,
como en el caso del PSOE, en el que cualquier candidato con alguna
mínima pretensión ha de entonar la cantinela del NO y sobre todo
NO, sin dar sospechas de salirse del guión, cualquier líder podemita
ha de ser fiel a la voluntad belicosa y revanchista que anima a su
grey tanto como a sus propios corazones, sin salirse un ápice de la
partitura. Así que Errejón y el Koletas han de decir lo mismo
quieran lo mismo de la misma manera o de otra diferente; más todavía
cuando los “antikapis”, y a lo que se ve no menos “antifamis”,
han tomado las del delirium tremens y galvanizan el discurso podemita
hasta su quintaesencia, al igual que hacen los CUP con el discurso
separatista.
Creo
sin embargo que este “debate” se ha desencadenado en el supuesto
de que el PSOE va a seguir siendo el de toda la vida, o algo
parecido, de la mano del aparato y/o de Susana; aunque las veleidades
de Pablo de “sorpasar” al PSOE cuando bastaba algo de mano
izquierda para que Pedro estuviera a su merced antes de las segundas
elecciones, ya pudieron animar por entonces las reticencias de Iñigo.
¿Pero
qué pasa si vuelve SuperPedro?. Y no es fantasía. ¿Cabe dudar
que, entre odio y odio, las miradas y las ilusiones de los dos
gallitos están puestos por igual en el sociolisto útil?
Si
volviera, miel sobre hojuelas para Errejón. La faena que más
pacientemente tendría que hacer con el PSOE de toda la vida,
quedaría hecha de una tacada. Y en el otro lado ¿Se resistiría
Pablo a la tentación de servirse de un Sanchez Panza tan a mano
aunque tuviera que posponer la demolición del partido “hermano”
según manda el canon chavista?
Así
que si esta vuelta y resurrección puede colapsar al PSOE en una
enana roja, no es despreciable el efecto colateral, relativamente
imprevisto, de unir a las castas podemitas, convenientemente
depurados los perdedores de la partida, en un mismo gigante rojo.
Por
eso me malicio que quien más gozosamente espera al
resurrecto/insurreccionable es el Koletas, el único que se atreve a
ir por la vida de Gigante morado, que así estos llaman al rojo.
Aunque solo sea por soberbia, tener toda la vida por compañía sólo
a las mareas y a los antikapis, por mucho que te aclamen las masas
sectarizadas y los voceros de la Sexcta, no debe ser muy prometedor.
Es como si Lenin tuviera que repartir y departir sólo con los
spartaquistas o los anarquistas de Kronstadt. Y es que con Pedro la
vista se tendría que alegrar. Por ejemplo la estrategia de la toma
del poder no tendría que depender sólo de algo tan azaroso como el
resultado del procés, al fin y a la postre hoy por hoy la mano
decisiva de toda la partida. Pero esa es otra historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario