Habrán
comprobado cómo la Sra. Parlón se ha desmelenado en A3 con los más
estrafalarios argumentos, con el arrobo mal disimulado de la
presentadora, por cierto. Pero creo que el alcance de estos
“argumentos” sobrepasa la mera repetición de la cantinela
Nonista y hay que situarlos en la “lógica implacable”, que
diría Mayor Oreja, que conduce al PSC a las filas secesionistas.
No
hay que ser muy lince para ver que la mayor preocupación de la
aristocracia socionacionalista del PSC no es tanto quedar absorbidos
a corto plazo por Podemos sino desaparecer en una Cataluña
independiente. Así es lógico que más les traiga a cuenta situarse
en tal escenario que evitarlo.
¿Podrían ser algo después de la independencia si antes no han dado
pruebas de quererla? Tan maligna pregunta ya debe carcomer muchas
cabezas que han sobrevivido aparentando “equidistancia” entre la
secesión y la unidad de España.
Esta
“dirigencia” se dirige hacia un rompecabezas parecido al del
podemita Sanchez para sacar adelante el “gobierno de progreso”,
pero a gran escala. Sanchez tenía que salvar el obstáculo de sus
barones; los jefes del PSC han de convencer a los suyos todavía
solidarios con el resto de España, no sólo de que lo mejor para
impedir la independencia es facilitarla, tal como los trata de
convencer ahora, sino de que lo mejor para Cataluña y el PSC a la
vista de “como están las cosas” es la independencia. Pero además
sin aparecer como traidores conversos a sus futuros amos. Ya para
entonces una vez logrado sobraría la hipoteca del llamado PSOE.
El
discurso de la Sra. Parlón, una especie de Izeta sin tapujos ni
alambiques, capaz de decir las mayores chorradas con total
desenvoltura, está en la línea que marcó la Sra. Colau, cuando
dijo algo así como: “no soy independentista, pero dado que en
España no hay garantías democráticas, la independencia traerá
consigo más democracia en Cataluña y de paso ayudará a que la haya
en España”. La Sra Parlón empieza con la misma contundencia: “Un
gobierno del PP equivale a una dictadura”, viene a decir, aunque no
con estas palabras. La consecuencia es elemental: “si sigue
gobernando la derecha no queda más remedio que la independencia”.
Algo parecido a Companys cuando la CEDA en el 34, sólo que a
diferencia de los nacionalistas de toda la vida, los socialistas se
vienen convenciendo a pequeñas dosis, sin prisas pero sin pausa y
tal vez sin saberlo. En la transición el nacionalismo “moderado”
decía: para que Cataluña sea libre, España ha de ser libre. Ahora
el socialismo nacionalista se está apuntando a: cómo España no
puede ser libre que lo sea al menos Cataluña.
¿Cuanto
queda para que el aparente pragmatismo Nonista cristalice en
secesionismo explícito? Para el PSC, como para Podemos y En Comú ,
el tiempo que tarden en convencerse de que la independencia es
inevitable y que incluso de no triunfar nadie reclamaría
responsabilidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario