*La selección es como las estrellas ya extinguidas que seguimos creyendo
que existen porque nos llega su luz. Sólo cuando la luz desaparece nos damos
cuenta que hace tiempo que ya no existían. Puede que eso valga para las cosas
importantes de la vida.
*Ahora podemos reconocer que había signos que no queríamos ver porque de
hacerlo sería una muestra de infidelidad. Es lo que pasa cuando se forma parte
de un ciclo glorioso.
*El metabolismo de la selección española triunfadora era demasiado perfecto
para poder adaptarse a los cambios y a las estrategias que se inventan para
combatirla. Del Bosque ha preferido morir agradecido que haciendo de aprendiz
de brujo. Las posibilidades de tener
éxito de esta otra manera eran tan escasas que no compensaban la
lapidación a que habría sido sometido de fracasar.
*En futbol se demuestra que si un equipo no está al cien por cien tanto físicamente
como en ganas y preparación es fácil presa de cualquier otra fiera por muchos
laureles y prestancia que tengan. Parece que España ya no podía estar en ese
tono por muchos psicólogos y planificadores de temporada que se hubieran
conjurado.
*Queda por saber, cosa que nunca se podrá saber, si la advertencia de Del
Bosque sobre el ánimo de los suyos era un toque de atención para reaccionar o
el aviso del canto del cisne.
*Parece que los españoles han recibido el varapalo no como un desastre y
una vergüenza sino como un zoólogo que observa como su animal favorito ha
envejecido sin darse cuenta hasta que se está muriendo. Lamenta tanto su muerte
como no haberse dado cuenta a tiempo de lo que estaba pasando.
*Los españoles se han tomado la eliminación con gran dosis de madurez y no
parece haber síntomas de desesperación.
Por eso los graciosos de mal gusto que van abundar van a tener menos eco de lo
que creen.
*El mayor problema práctico lo tienen quienes han montado la parafernalia mediática y publicitaria alrededor de la gran ilusión. Si tenían plan B es cosa suya, pero me intriga como van a salir de esta.
*Que el oscurecimiento del Barça con su estilo precediera al de España y su
estilo análogo puede ser una metáfora que conviene no llevar más lejos de lo futbolístico. Pero me quedo con eso de
que si triunfamos, triunfamos juntos y si nos hundimos nos hundimos juntos.
*La coincidencia con la abdicación y el fin del ciclo político de la
transición hace de esto la metáfora perfecta. Pero es tan obvia y fácil que
parece puesta como las bolas para las
carambolas de Fernando VII. Habrá que desconfiar de tanta transparencia.
*Por lo menos hemos evitado que Brasil
se dé el gustazo de eliminarnos. Nos tienen tal tirria que de ganarnos hasta se
salva la Rouchef (creo que se escribe
así).
*Es curiosa la tirria de Brasil. Sobrepasa el asunto de Diego Costa. Parece
como si se hubiera sentido herido en su orgullo porque otro le disputase no un
campeonato y una copa sino la propiedad del “jogo bonito”. El fútbol no sólo
marca la identidad nacional brasileña junto con la samba, sino el ser los reyes
del “jogo bonito” ganen o no ganen títulos. Al brasileño más que un ganador le importa ser el artista del balón.
*Parece que el gobierno civil de
Madrid ha prohibido la aparición de enseñas y banderas republicanas en la
coronación de don Felipe. No creo que sea por instinto represivo sino por el
nivel que ha alcanzado el miedo en gran parte de la clase política. Parece que
la primera tarea del nuevo monarca tiene que ser superar ese miedo.
*¿Lo tiene más difícil Felipe VI que don Juan Carlos?. Nadie lo puede
saber. En tiempo de la coronación de Juan Carlos estaba claro a dónde dirigirse,
aunque estaba muy oscuro como hacerlo. Ahora no sabemos a dónde dirigirnos,
aunque puede ser más claro cómo hacerlo, es decir respetando la
Constitución incluso para reformarla.
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