En el nacimiento de las diferentes almas del PSOE influyen fundamentalmente
dos tendencias patológicas. La primera considera que ser de izquierdas es en sí
mismo un valor positivo y que los de izquierdas que incurren en conductas
extraviadas o poco cívicas no pierden ese valor sino que lo usan mal. El deber
de los socialistas es entonces integrarlos y acogerlos reeducándolos en la
medida de lo posible. La segunda
considera que las izquierdas tienen tanto más valor positivo cuanto mayor es su
seguimiento popular, aunque sus prácticas no resulten muy ejemplares. Los
socialistas entonces deben adaptarse, comprender sus motivos y tratar de
asumirlos para conectar mejor con el pueblo o no desligarse del mismo. Pero en
la práctica no es fácil distinguir la labor integradora y la labor adaptativa,
por lo que tienden a aparecer fenómenos como en general el socialismo
guipuzcoano o buena parte del socialismo catalán y otros. Eguijuren es un caso extremo de comprensión y
adaptación incluso a lo mas inmundo si resulta popular. Este señor tiene al
menos la virtud de hacer manifiesto que el alma social nacionalista del
socialismo existe y que en el fondo no está mal vista en general, aunque a
veces cause alguna incomodidad. ¿Entendía Rubalcaba eso que dijo de que el
socialismo no es nacionalismo?
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