La soflama de A. Mas para que los empresarios catalanes se mojen coincide
con la llamada de Alicia Sánchez-Camacho a Duran para que se deslinde del
proceso. La coincidencia puede ser significativa. La señora Camacho, al
reconocer que “sólo” Duran puede frenar el proceso, ha tenido un rapto de sinceridad frente al
mensaje oficial del gobierno y la clase política de que “es imposible que pase
nada”. Mensaje que por cierto comparte el grueso de la opinión pública y la opinión
publicada. Lo que viene a reconocer es que los constitucionalistas y el
gobierno carecen de resortes para cambiar directamente la marcha de las cosas y
que la resolución está en manos de las fuerzas vivas catalanas. En este sentido
la llamada de A. Mas a “sus” empresarios resulta sorprendente. Hasta el momento
se podía interpretar el silencio de los empresarios bien como un acto de
consentimiento (“quien calla otorga”) o como una muestra del temor y la
intimidación que padecen por parte del poder catalán. Desde el momento que A.
Mas los ha emplazado, el silencio sólo se puede interpretar como un desacuerdo a
las pretensiones independentistas. Para
estos sólo vale el apoyo activo. Desde el punto de vista de su causa, la jugada
de A. Mas parece gratuita e innecesaria. ¿Responde a un mero acto de soberbia,
"hybris" decían los griegos, de quien ya se siente triunfador?, ¿es por el
contrario el reconocimiento de que es imprescindible para la independencia el
apoyo activo de los empresarios y que esto está en el alero?, ¿es una maniobra
para bloquear la posibilidad de que Durán siga el consejo de la Señora
Camacho?. Nada parece muy claro, pero creo que es el primer paso en falso que
ha cometido el que todavía pretende ser líder del independentismo. Obligar a
los empresarios a salir de la zozobra no parece lo más inteligente, a no ser
que se esté convencido de que llevan dentro un corazón independentista tan
fuerte que va a prevalecer sobre la razón de sus negocios. O que se les puede
presionar tanto, que se han de avenir a “razones”. Porque sin la presión "patriótica", el argumento de
que Cataluña fuera de España será la Holanda del Mediterráneo vale para el TBO.
Cualquiera que piense un poco sabe que lo mejor que les puede pasar de salirse
es seguir igual y lo más probable es seguir bastante peor.
Posdata. La señora Camacho puede esperar sentada a que Duran se pronuncie
como ella quiere. Este señor sabe que de hacerlo y llega la independencia no
tendrá nada que hacer, mientras que su único futuro es seguir como está. Y no
es tan patriota como para sacrificarse por el bien de Cataluña, máxime cuando dicho
bien pasa por seguir dentro de España, en la España constitucional claro, tal
como seguramente sabe y comparte con otros muchos que viven instalados
en el agravio.
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