domingo, 21 de julio de 2013

LO QUE OCULTAN LOS SÍMBOLOS



Las representaciones y los símbolos políticos son vitales para la formación de colectivos sociales y para la ordenación de la sociedad. Se ve su relevancia en el hecho de que idealmente permiten que cada ciudadano ejerza su parte de soberanía, pero se atiende menos al hecho de que sin ellos la gente tendría que entrar en confrontación por cualquier asunto. Al hacerse los partidos y las organizaciones sociales en general responsables de los asuntos públicos se exonera por ello de responsabilidad directa a los ciudadanos. Son por ejemplo responsables de las leyes y las medidas que incumben  a todos, sin que nadie se atreva a pedir cuentas a sus votantes o seguidores. Esta ventaja indispensable tiene la contrapartida de que los ciudadanos tienden a desentenderse de la marcha concreta de los asuntos públicos, convirtiendo la delegación en sus representantes en una especie de cheque en blanco. Otro efecto no menos nocivo pero más oculto es el hecho de que sólo se ve en los partidos y en los símbolos unas ideas o unas formas de conducta aislados y por encima de todos como en las nubes, sin reparar en la gente que hay detrás. Cuando se entra en la confrontación política se pierde fácilmente la perspectiva de la gente que puede estar perjudicada, sobre todo los lazos humanos que se rompen. Por ejemplo el nacionalismo catalán ha alcanzado una supremacía ideológica casi definitiva al conseguir que una gran mayoría de la población catalana identifique España sólo con una idea, nada grata por cierto, o una serie de símbolos antipáticos, olvidando la gente que hay detrás. Se concita a la gente para romper un sistema institucional e ideológico, cuando lo que se puede romper de verdad y por encima de todos es un sistema de convivencia y sobre todo infinidad de lazos humanos. ¿Se sentirán igual los catalanes separados de los aragoneses, los valencianos, los asturianos…etc? Muchos quieren separarse de España, ¿pero cuántos de estos quieren separarse de los ciudadanos españoles?, ¿cuántos lazos que comparten con sus vecinos catalanes no los comparten también con los demás ciudadanos españoles?. Y me refiero a lazos no sólo personales sino también colectivos.

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